martes, 10 de marzo de 2015

DECEPCIONES

Todos nos hemos sentido decepcionados en algún momento y todos nos sentiremos decepcionados mas de mil veces a lo largo de nuestra vida.

Yo creo que hay varios tipos de decepción, está la decepción de cuando te regalan algo que no te gusta, hasta la decepción de cuando esperas que algo, que aunque ya te hayan dicho
qué es o cómo es, sea diferente o simplemente esperas que sea igual.

Cuando somos pequeños las mayores decepciones pueden ser que
no haya macarrones para cenar, que te toquen todos los cromos repetidos o que no te regalen lo que querías, pero a medida que vamos creciendo las ilusiones y las decepciones empiezan a crecer como nosotros y cada vez son cosas mas serias; cada uno tiene su propio "decepciómetro" y para lo que a unos les parece una tontería a otros les parece lo peor del mundo, pero no podemos juzgar a nadie según su "decepciómetro", cuando creamos que no es para tanto tenemos que intentar ayudar y cuando para nosotros sea una decepción o una desilusión muy importante pero vemos que a otros no les parece tan importante debemos pararnos a pensar.
Hay gente que se decepciona por no sacar un 10 en un examen mientras que otros montan una fiesta por un 5, gente que se decepciona si su equipo no gana y otros que les da igual, esto son decepciones que cada uno mide con su "decepciómetro" y vive según esa medida.

Muchas de las decepciones de nuestra vida vienen por hacernos falsas ilusiones y por esperar que todo el mundo actúe como tu actuarías pero, poco a poco, nos vamos dando cuenta de que no podemos construir castillos en el aire porque, casi siempre, se derrumban.
Cuando, por ejemplo, se muere tu abuela o tu abuelo, cuando eres pequeño casi no eres consciente de ello hasta que le empiezas a echar en falta los domingos a la hora de comer, o las tardes en su casa, pero llega un momento en el que te olvidas de esa persona sin mas, si eres un poco más mayor eres consciente de que ya no vas a poder hablar con el o ella, que ya no te podrá dar consejos, pero en tu interior nace ese sentimiento que espera ir a su casa y que nada haya cambiado, que espera poder seguir riéndote con el o ella y cuando eso no pasa la decepción es mayor porque además ya no se olvida tan fácilmente y hay muchos más recuerdos.
Cuando, por ejemplo, te apuntas a un concurso y lo das todo pero sabes que hay mucha gente, demasiada, que también lo ha dado todo y que es casi imposible, que hay un 0,01% de probabilidades de que ganes, tu lo sabes pero en tu interior hay algo incontrolable que te hace soñar con que lo consigues y cuando no lo consigues te decepcionas más o menos, depende de tu "decepciometro", pero te decepcionas y empiezas a buscar escusas que das a los demás y te apoyas en eso que dicen todos, el típico "era muy difícil" "seguro que esta amañado" que en el fondo para lo único que sirven es para hacerte sentir un poquito mejor.


Yo no puedo controlar eso que me hace ilusionarme con todo y con todos, probablemente soy demasiado inocente o ingenua, pero siempre intento buscar lo bueno de las personas y me hago ilusiones pensando lo bien que me lo voy a pasar con ellas o lo buenas que van a ser pero, por supuesto, solo son castillos de aire que se acaban esfumando y pum batacazo, nada es como yo había pensado y decepción que me llevo.

No puedo controlar eso que me hace esperar que todo sea genial, que todo sea como yo lo recuerdo y llega un momento en el que, como es lógico, todo cambia y como esa parte de mí pasa de la lógica y de la razón pues me decepciono, al final acabo llena de "moratones" gracias a todas esas decepciones y así no se puede vivir, porque poco a poco vas cogiendo miedo a volver a decepcionarte y te acabas volviendo de piedra.
Tenemos, tengo, que aprender a controlar esa parte de mi cerebro que crea castillos de aire y falsas ilusiones, porque no se puede confiar en que todo el mundo haga lo que tú harías, cada uno es como es y no hay nadie igual a nadie, ni en que todo será como siempre ha sido, porque todo cambia, tú cambias, para bien o para mal, no podemos confiar en que todo salga como lo has planeado, porque como he dicho antes nadie hace las cosas como tú lo haces pero tú no puedes hacerlo todo solo, hay que saber recuperarse y no quedarse en el suelo, hay que levantarse y seguir a delante, porque puedes fallar cien veces, te puedes dar mil batacazos o desilusionarte por millón de cosas pero,hay más oportunidades y no puedes dejarlas pasar, hay más momentos y tienes que aprovecharlos al máximo, porque puede que no haya salido como tu pensabas, puede que no haya hecho o que no haya sido lo que tu creías, pero todo en esta vida tiene una parte positiva y aunque a veces sea difícil encontrarla o nos parezca que estamos siendo los más fríos del mundo, eso, lo positivo, esta ahí y si lo negativo, las decepciones, no existieran no valoraríamos lo positivo, puede que haga falta estar un poco loco para poder seguir a delante sin convertirnos en piedras.

Las decepciones son como una vela, sabes que van a llegar, sabes que la vela se va a apagar, lo que no sabes es cuando.

Si pienso en lo que quieres que yo haga,
si tengo que hacer caso a tus palabras,

si quieres que te diga lo que pienso...
que es de locos, que es de locos.

Si quieres que me quite las cadenas,
que me hacen sentir seguro aquí abajo
es como si me vaciaras las venas... 
estás loco, estás loco

SÓLO TE PIDO FUERZAS PARA HACER
DE MI DEBILIDAD UN FÉRREO VENDAVAL
DESDE EL CONVENCIMIENTO DE QUE TAL VEZ
HOY TODO PUEDE SER DE NUEVO REALIDAD
QUE YA ESTÁS AL LLEGAR.

De todas formas sé que es necesario
andar contra corriente en esta vida
y que en el fondo merece la pena
estar loco, estar loco 

No hay comentarios:

Publicar un comentario