Es curioso ver como todo cambia. Todo a nuestro alrededor va cambiando con el paso del tiempo pero, como en física, todo depende del lugar desde el que lo mires.
Creemos que
todos cambian, que el tiempo va pasando y cambia nuestro alrededor pero sin
darnos cuenta somos nosotros los que cambiamos, por supuesto que todo a nuestro
alrededor cambia pero nosotros también, y es por eso que llega un momento en el
que te das cuenta de lo poco o mucho que has cambiado.
Cuando
alguien o algo te hace ver tus cambios muchas veces no le damos importancia,
llegas al pueblo las abuelitas te cogen de los mofletes y te dicen lo típico de
"hay hija cuanto has crecido", en ese momento lo único que queremos
es que nos suelten e irnos de allí lo más rápido posible, pero no es lo mismo
si una amigo o una amiga te dice "ya no eres como antes" o "tú
no eras así" y efectivamente tú no ERAS así, no eras como ERES ahora,
porque el tiempo pasa para todos y a todos nos cambia.
Lo divertido
de esto, lo que es sorprendente es que no todos cambiamos igual, ni todos
cambiamos en la misma dirección, cada uno sigue su propio camino, el camino que
ha ido eligiendo decisión a decisión, hay baches en el camino que nos cambian
de manera drástica o que nos dejan una pequeña marca y por supuesto esos baches
no tienen por qué ser los mismos, ni siquiera tienen porque ser parecidos. Son
esas pequeñas o grandes cosas las que nos van cambiando, nos van definiendo
como personas y son esas cosas las que nos van alejando de algunas personas y
nos acercan a otras. No podemos aferrarnos a lo que éramos, ni a lo que
teníamos, no podemos evitar el cambio, hay que aprender a seguir el nuevo
camino, a separarnos sin miedo de lo que éramos y aferrarnos a lo que somos. Es
muy cómodo vivir en lo conocido pero debemos atrevernos a mirar a lo nuevo, a
enfrentarlo de cara y a superarlo.
Es cierto
que habrá muchas personas nuevas a lo largo de nuestro camino, muchas que
dejaremos en algún punto y muchas que aunque no sigamos el mismo camino o en
algún momento ni siquiera compartamos la dirección siempre encontramos atajos
que nos unen.
El cambio no
es malo, es natural, nos ayuda a mejorar y aunque pasemos por momentos
difíciles nos da paso a nuevas oportunidades y retos.
Entender que
hemos cambiado, que ya no es todo como antes nos resulta difícil, porque ¿a
quién no le cuesta separarse de alguien o algo que siempre ha querido y tenido?
No todos los cambios implican dejar algo atrás, pero todos los cambios implican
tomar una decisión y priorizar unas cosas ante otras, al fin y al cabo tú vas
decidiendo, casi sin darte cuenta, tus propios cambios y estos afectan a todo
tu alrededor.
Debemos
vivir el presente ayudándonos de los errores del pasado y sin olvidarnos nunca
del futuro, todo absolutamente todo puede dar un giro inesperado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario